mañana

Me carga esperar. Presiento, que al escribir esto, no llegaré a nada. Ni siquiera sé a qué referirme en este momento.

Me despierta el celular, a las 6:30 a.m. promedio. Abro mis ojos, y diviso a mi hermano paseándose buscando ropa para vestirse luego de haberse duchado. Yo sólo me quedo quieto ahí, en mi cama. Programo la alarma para unos 20 minutos mas y trato de disfrutarlos al máximo.

Desconexión.

Vuelve a sonar la alarma, me levanto ahora sí que sí de golpe. Busco ropa, me despido de mi hermano, me despido de mi madre, me despido de mi padre, y preparo las cosas para la ducha.

Me ducho. Me visto dentro del baño porque soy friolento y aprovecho esa niebla tipo calefacción que se produce de la ducha caliente. Me miro al espejo y me miro a los ojos. Me detengo unos segundos, y salgo apurado a mi pieza.

Ordeno mis cosas. Me aseguro de que todos los trabajos para las entregas de ese nuevo día estén dentro de mi maleta tamaño block nº180 que carga los materiales que siempre necesito. Reviso mi banano, mi bolso con mi croquera, mi estuche preciado, mi celular y, por último, mi pase escolar, que siempre lo conservo en mi bolsillo trasero del pantalón. Bajo las escaleras, me aproximo a la mesa, veo el desayuno servido y en ese momento siempre me arrepiento de los 20 minutos de sueño que me di hace unos instantes ya que ahora no alcanzaré a comer. Voy a la cocina, me preparo almuerzo. Lo guardo, voy al baño, me cepillo los dientes, hago cosas necesarias, y al salir corriendo, pienso si irme en colectivo será más conveniente que caminar. Y bueno, como sabrán, siempre elijo la segunda.

Salgo de mi casa, saco a mi amigo discman y empiezo mi caminata hacia la estación de metro Vicente Valdés, o en su defecto cuando voy en compañía, a Bellavista de La Florida.

Mientras camino, y escucho música a la vez, pienso. Pienso en las mismas cosas, en mi corazón y su situación apestante, en mi carrera universitaria, en mis notas, en la gente de la universidad, en los “amigos“ de carrete, etc., y es como raro, porque cada uno de los temas mencionados salen en mi mente dependiendo el tipo de canción que vaya escuchando. En fin. Luego prendo un cigarro, el “mañanero” como le dice una amiga. Y sigo mi camino hacia cualquiera de dichas estaciones.

“¿Me da dos boletos? Gracias“. Siempre compro dos porque a la vuelta me da flojera esperar la gran fila en boletería. Entro al tren, como siempre, de pie, debido a la multitud que se presenta a esa hora en el metro. Y casi siempre también quedo mirando hacia la puerta, y observo mi reflejo en la puerta del vagón. Lo analizo y veo qué está mal, hasta el punto en que me da lo mismo y mi reflejo desaparece y veo hacia el exterior, esas luces blancas y azules, como avanzan. En realidad no avanzan, avanzo yo, pero bueno, eso se me pasa por la mente. Y llegamos a nuevas estaciones hasta que veo el exterior, aún conectado a mi discman y pensando en… mi vida.

esperar

Escuchando siempre canciones, lentas y melódicas, suelo pensar en mi. Si, en mi, y por qué en mi? no lo sé, quizás, o sea no quizás, sino, que de verdad me empiezo a cuestionar todo lo que me ha tocado vivir.

Mas de alguno de nosotros, o de los que lean esto, aunque sean pocos, se han preguntado, por qué te toca pasar por esto, o por esto otro, que por qué uno debe sobrellevar ciertas cosas, cargarlas en la espalda. Y mas de esos pensamientos que uno al momento de estar “ bajon “ suele pensar.

Yo soy el típico muchacho el cual pasa su vida esperando ese algo, que no tiene idea que es pero aun espera. Espera y espera. Espera esa chispita que lo haga reaccionar, pero para bien. Ya que para mal, esas chispas me sobran.

Aunque muchas veces ha pensado, en que él debería encargarse de buscar eso que espera, pero siempre dice “ ya llegará” y lo que llega no siempre es bueno. En tal caso, a todos nos sucede, pero es, bueno, que se yo, se me fue la onda …

Volviendo, estoy en el pc, el día Viernes 20 de Octubre de 2006, a las 13:35, sentado frente a una pantalla, escuchando a Yann Tiersen y tocando el teclado, para que sea posible la escritura de estas líneas. A lo lejos por la ventana, entra un leve olor a cigarrillo, que me provoca encender uno mio y fumar. Se escucha a través de ella tambien, la radio de la vecina, que esta limpiando en su patio. Atrás mio, siento la televisión, las risas de mi hermano menor, y a mi hermano mayor reclamando porque habrá que cocinar.

Piensa que al no haber ido al paseo universitario de hoy debido al aniversario de su escuela, es un muchacho aburrido y triste, pero no, al contrario, quizas es mucho mejor no haber ido, ya que le encanta pasar tiempo consigo mismo.

Y ahora piensa que es tan desordenada la redacción de estas líneas que se aburrió, y espera escribir algo mucho mas decente la próxima vez.

Seguir

Claro, como me dije recien, amo tanto la vida que la llego a odiar. Bueno, eso me pasa casi siempre, pero no puedo dejar de pensar en ella, de preocuparme por ella, de destacarle lo malo, de alegrarme por lo bueno que me da, etc.

No puedo odiarla pero si, por qué ? no te entiendo.
La odio por la impotencia, esa impotencia que todos tenemos al sentir que la vida debe ser perfecta y que por factores externos, sociales y superficiales, no podemos creer que cada vida sea perfectible.

Eso es lo que pienso yo, que piensas tú ?
pues si, la vida si es perfectible,
pero es la rutina y la sociedad la que nos maneja
esa gran máquina que nos impide tanto impulso
tantas ganas, tanto de todo un poco, no creen ? y que debemos hacer para que eso no suceda ?

Si sientes, hazlo.

Y heme yo aquí, sentado, a las 12:43 pm del día 5 de Septiembre del año 2006.
pensando en mi vida, en como ha sido, en como ha cambiado en tan poco tiempo. Calculando, yo hace un año y medio, era una persona totalmente distinta, totalmente... cerrada, tímida, con miedo al mundo, con miedo a arriesgarse pero dentro de todo, bastante tranquilo, nada nada le afectaba, era un depresivo sin causa.

Era así hasta que, pensó, que debía aprovechar cada situacion ke se le presentaba en su vida y en su diario vivir, y también descubrió que la madurez se basaba en las experiencias, y de a poco fue aprendiendo. A la edad de 16 años, empezó a explorar, a encarar, a hablar, a besar, a querer, a caer mal, a llorar. Cosas bastante usuales, pero comenzó a hacerlas de verdad.

Empezó a Sentir.

A saber el significado de cada sentimiento.
A asumir lo que el sentía y no tener miedo.

A que para ser feliz, hay que pasar un camino larguísimo lleno de obstáculos, los cuales, hasta ahora han sido bastantes. Quizás mucha gente haya pasado por lo mismo, y no le da importancia, pero yo si.

Yo hasta al mínimo gesto expresivo le doy importancia, porque lo percibo, le doy sentido, o al menos trato de darle. Tu sonrisa, Tu manera de mover las cejas, Tu parpadeo, Tu hablar, Tu todo, está en mi mecanismo de atribución. pero ese es otro cuento, otro de los tantos que suelo comentarme y pensar mientras estoy solo. Como ahora.

En que piensas ? en qué pienso ?...
En que no sé nada, debería ser.... me gustaría ser ... un muñeco
Me gustaría por un momento dejar de sentir
Ser alguien insensible, que vaya fuera de mí y mire todo, sin verlo.
Ya que estoy harto de verle tantas caras a todo lo que me pasa
un muñeco ?
sí

Qué me queda ? nada, creo que ya has empezado a experimentar, y te queda mucho por delante, no te conviertas en un ser plástico. sino, sigue siendo de carne y hueso, ese niño miedoso de carne y hueso que siempre has sido, ese que esconde su sabiduría y no sabe con quién compartirla, o puede que si sepa, pero no está preparado. Por lo mismo, ese miedoso de hace un año y medio. Por qué no volver a empezar ?... no, ya no se puede. ya empecé y creo que debo seguir... seguir ... seguir... viviendo -.

música

No te ha pasado, mientras vas de lo mejor en un auto, micro, metro, o lo que sea, y escuchas una cancion, esa cancion especial, esa que te hace sentir, que te revuelve el estómago ?

A mi si, suele pasarme, y me encanta
La música es una de las mejores herramientas para canalizar tus emociones, para dejarlas fluir, ya sea en lágrimas o sólo cantando. saltando, o bailando. Ahi uno ve tu estado de ánimo y tu acción-reacción frente a lo que tus oídos perciben.

Tal como dice una cancion de Miranda: " ... no puedo vivir, sin la música, no podría enfrentar el dolor ... ", eso es verdad. Quién cuando está triste, no recuerda una canción ni se desahoga escuchando una ? o al revés, quién cuando está contento, no prende la musica a todo volumen y empieza a cantarla a todo pulmón ?

Todas estas reacciones me colapsan, pero es hermoso :)
Sería mi marca el dia 10 de Octubre de 2006.

mente

Lamentablemente, estoy destinado a ser parte del sentir
del sentir que vive dentro.
Arde siempre.


A la vez no me gusta, lo desecho.
Pero al desecharlo, siento mucho más.
Es un poco tonto escribir estas líneas, pero siempre aqui uno traspasa palabras que de alguna u otra forma, tienen sentido, al menos para el que lo escribe.


Por qué sentir es tan facil adquirirlo y tan dificil dominarlo ?
He ahí el problema, de la gente que comunmente se lo cuestiona.
Yo soy uno de esos, que se cuiestiona hasta el por qué saca la plata 30 minutos antes de llegar a comprar un boleto de metro, el que se cuestiona por qué decide caminar si es posible irse gratis en auto, el que se cuestiona como las papilas son capaces de percibir el sabor de las cosas.

Y bueno, mas cosas estúpidas que, en fin.
Al fin y al cabo creo que todos las pensamos, pero pocos se dan cuenta de la importancia que tienen esos detallitos que pasan desapercibidos.

Aquí, otra lluvia de ideas, sin sentido.

creer

Debo creer en las palabras ?
O mejor hago y dejo que el viento se las lleve ?
No lo sé, y nadie lo sabe.
He(mos) llegado a tal punto en el que el decir esta permitido y el tomar lo que dicen esta prohibido ya que, cada palabra linda, puede volverse tu peor enemiga, pero depende el momento, y como dice la cancion " depende ".

Todo depende de según como se mire, y lo que yo miro ahora, depende de como lo tome en un futuro. Pero el pasado ya fue, y el futuro será, que hay en el presente ? como me dijo ella, el presente es el único tiempo de la acción, pero qué debo hacer ? creer o no creer ? que acción debo seguir ? No puedo pensar eso, porque el futuro, será. Estoy en el presente, y ahora siento, ahora soy, y como consecuencia, ahora creo.