día tres

Eran aproximadamente las 5 de la tarde.

Sentía el transcurso del día 3 de Enero. Frente al computador, avanzando en mis deberes. No podía estar quieto. En ropa interior, y con mucho calor, me ponía de pie, caminaba por mi pieza, mi mano derecha tomaba mi pelo y la izquierda sostenía el celular. Daba vueltas sin saber donde ir, ni en qué pensar. No sabía qué hacer, aún teniendo mucho que cumplir. 

Me sentaba

No me sentía

Abría mi cajetilla de cigarrillos Lucky Strike. Se asomaban sólo 5. Tomé uno y lo prendí. Pensaba que el encendedor que utilizo ahora, me ha durado meses, cosa bien rara para un fumador (generalmente los encendedores se pierden bien seguido). Fumaba, intentando desconectarme del ambiente denso en el que estoy, pero no, no funcionaba. Sólo lograba ese efecto fisiológico que el tabaco logra. Relajar tu cuerpo, y hacer que expulse humo que lo unico que hace es intoxicarte. Aún asi lo hago, lo sé. Volvía a mi pieza calurosa

Me sentaba

No me sentía

Intentaba seguir en el trabajo. A ratos lograba concentrarme, hasta me animaba, pero al ver mi cama, sólo daban ganas de mandar todo a la cresta, apagar todo aparato eléctrico, tirarme a mi cama y no saber de nada mas. Y eso fue lo que hice, hasta veinte minutos mas tarde, que mi conciencia me obligó, a encender el computador, ponerme las pilas, y volver a la rutinaria vida universitaria del diseñador. Si, del diseñador. La cual se basa en Photoshop, vectores, y hasta llegas a depender de facebook y msn para lograr tus tareas y organizaciones grupales.

Y me sentaba

No me sentía

Qué hacer? Esa era mi pregunta, aun teniendo mucha tarea, no sabía que hacer ni por donde empezar. 

"Mati, estaré sola en casa esta noche, con mi hermana Francisca, tenemos cositas compradas para que vengan un rato a tomarse algo. Invita al Felipe y avísale a la Angélica si puede, te espero tipín 11 pm"

Paula salvó un poco mi día sábado. A pesar de que tenía ya dos panoramas previstos para  hoy, por los problemas recientes no pude asistir a ninguno, pero como Paula vive a 3 casas de la mía, no pusieron problema. Además no la veía desde mayo, entonces sería un tipo de reencuentro.

Eran ya las 10 pm, y aun asi me sentaba

y no me sentía.

Me duché como nunca antes.

Me vestí lo mas relajado posible

y apagué el computador, y lo volví a prender porque iban a ocuparlo.

Hasta que sentí un grito desde afuera, era mi nombre, por la ventana de mi pieza. 

En ese momento sentí que existía.